Se le acaban los amigos a AG
Alan García dice que se somete a la justicia como siempre lo ha hecho. Es imposible ser más cínico. De seguro, además, tendrá una coartada tendenciosa, victimizadora, humillante y de vejación a su persona. Seguirá diciendo que es un perseguido político, pese a que, de manera internacional, un país le ha dicho "no acogemos FUGITIVOS de la JUSTICIA", con otras palabras. No le queda de otra, es más, lo dirá con más fuerza. Estos dichos, penosamente, serán acogidos por algunas personas, aunque esperemos cada vez sean menos. La noticia de la denegación del asilo también debe haber golpeado fuerte al fujimorismo, quienes apostaron por defender a la señora K, también en el ámbito internacional, como otra perseguida política.
Ya es bastante complicado que otro estado le de la mano, aunque eso está por verse, con García nada se sabe. Aún así, conociendo su ego colosal y orgullo desmedido, lo más probable es que esté moviendo toda su influencia para escurrirse a la embajada más cercana donde crea que todavía le deben favores. Sin embargo, se va dando cuenta que su protección ha ido muriendo con el tiempo, a medida que se renuevan funcionarios, y que la impunidad no le iba a durar desde que dejó poder y sus amigos también lo fueron perdiendo ¿estará arrepintiéndose?. El debe estar aterrorizadísimo de seguir en el país. Así que es de esperarse que ya esté configurando nuevas estrategias y esté dirigiendo a sus amaestrados amigos hacia donde y a quién ladrar de forma desesperada. Ahora sí, el MININTER debe vigilarlo día y noche, es más, una detención preliminar ahora sí no podría mal fundamentarse.
La noticia, sin embargo, llega en un increíble momento. La maquinaria propagandística fujialanista (trolls), diseminaban, con no pocos crédulos seguidores, que el referendum nos colocaría al nivel de Venezuela; que el dictador "comunista", impulsador de la flexibilidad laboral - como si no fuesen opuestos - y perseguidor de los honestos líderes de oposición, Vizcarra, se consolidaría como el Chavez peruano y nos devolvería a aquellos tiempos en los que García gobernaba, pero sin Garcia, y que por lo tanto debíamos marcar no, no, no, no, para defender la democracia que habíamos alcanzado, donde muchos vivían como hermanitos. Bueno pues, aquello pierde muchísima credibilidad y, gratamente, unos días antes de la consulta popular.